Hoy mi papá se levantó muy temprano y me "robó" el radio que meto al baño para escuchar las noticias o musiquita mientras hago lo propio.
Me gritó: "¡ya son las seis!" cuando apenas eran cuarto para tal hora. Se me hizo extraño, primero que se levantara tan temprano pero luego se va el sueño; así que no le respondí nada y procedí a bañarme. Cuando ya me iba, entré a su recámara a despedirme y fue cuando me dijo: Que Dios te cuide. Lo curioso es que:
1. Mi papá nunca dice cosas así.
2. Mi papá siempre está dormido cuando yo salgo a trabajar.
3. Nunca beso a mi papá antes de irme.
No saben lo recuperador que puede ser que el hombre del cual vengo, me lo haya dicho. Tiene un significado especial porque a mi esas cosas me las decía mi madre y porque, precisamente ayer, antes de irme a dormir, le pedía que me ayudara. Quizá las palabras de mi papá hayan sido las de ambos.
Por las de cal que me hacen odiar a mi papá, también hay las de arena, que me hacen amarlo.
Mañanas extrañas pero de gran valor, sin duda.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario