Me gusta cuando me siento muy mal y voy encontrando tiempos y personas, incluso distancias; que me van ayudando a sentir mejor. A veces inconscientemente, a veces a propósito.
Veo otros posibles espacios para mi y me entusiasmo.
No veo al hombre que amo y me hace, de cualquier manera, amarle.
Me mandan un mensaje que me sorprende y lo respondo. Luego recibo una llamada de esta persona y me ayuda, sin querer, a sentir que una experiencia de vida llevada a cabo y que ya no recordaba del todo, me haga ,nuevamente, voltear hacia lo sagrado de la libertad y la vida inmensa... Mi cuerpo y su piel al aire en el zócalo...
Hoy inicia el mes que más me gusta del año. Me gustaría mirar muchas lunas sabrosas y con figura de quesito.
Me acerco a mi propia fuerza. Ya no ando tan lejos. Creo que las lágrimas de los últimos días ya me van dejando y viene el coraje pa estarse unos días conmigo. Aquí estará hasta que no le dé un fuerte abrazo y se vaya. Pero ya voy avanzando. Ayer supe qué tan difícil es hacerme caso a mi.
Leo un texto que tiene que ver con alcanzar lo que más quieres y que con ello, se acabe el sueño. Me gustó saber que la idea es ir acomodándote con más tranquilidad a una vida que, de todos modos, te va a dar siempre.
Ayer dejé descansar a mi madre...
Hoy sé que sola puedo hacerme responsable de mi misma, de mis desventuras, de mis decisiones y de mis sueños.
ilustración por: http://kalovarea.blogspot.com/
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