¿Quién le teme a la intensidad? Los turulatos y los energúmenos, los desolados y los entristecidos. Los asimilados y los costumbristas. Los olvidados y los menospreciados.
Ummmh....no, no entro en ninguna de estas categorías.
Soy rojo, soy movimiento, soy vida y luz. Camino y corro. No me detengo. Vibro y alucino. Late mi corazón.
Así se siente aquí dentro y aquí afuera. Dentro de mi y fuera de mi.
Así, que así será hasta mis 122 años!
Los golpes enseñan y yo ya aprendí un chingo y dos montones. Pero seguiré igual de intensa!
Ríete Pilarica, viene la buena vida... aún más de lo que ya has probado!
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