¿Qué chingados tiene de malo a veces ser débil y que el pinche stress nos llene la vida?
Me sé capaz de esto y más pero hoy quiero, hoy decido ser una pareja de baile descoordinada y que sea el stress quien me permita llorar...Quizá por esto o por razones ocultas, ¡Qué más da!
Afortunadamente, puedo hablar y expresar; y, por supuesto, llorar y meditar. Saber que al rato o mañana seré de nueva cuenta fuerte porque de esta madera estoy hecha.
Y no, decido hoy no emocionarme contándome historias que no he comprobado que sean ciertas. Mejor me regreso un poco y escupo mi coraje, mi miedo, mi sinrazón y mi desesperación en terrenos ya pisados. ¡Caray! Confiar en alguien no es fácil. Aquí aún encuentro consuelo y un abrazo para sentirme mejor.
Es sólo eso. Un pinche desahogo. Pa´ la guerra estoy lista después de vaciar mi vasito!
La escucha sólo se permite cuando se sabe quiénes somos.
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