Dedicado a quien la vida me ha prestado para saber que sólo andando, se desgastan los zapatos. Que sólo amando, se aprende a obtener, soltar, soñar y dar. A quien, no sé a que ha venido aún pero ya le he otorgado mi corazón. Hola JOCC!
Un día PiliReduz y su cobijita, paseaban por la vida en un día nublado y triste. Ella sólo quería seguir caminando hasta cansarse pára olvidarse de su gran pesar y su apesadumbrado corazón, pero la vio Dios y desde allá donde él está, pensó en que era bueno darle un regalito a esta niña.
PiliRedux no sabía nada de esto y ella seguía con su cobijita bajo soles y lunas y gallos y escupitajos y árboles y frutas y mieles sin hojuelas. Sólo se veía la cobijita un poco más sucia que al principio y los zapatitos azules de PiliReduz cada vez más gastados.
Dicen por ahí que siempre la vida te da sorpresas de las que uno no sabe cuánto puede aprender y PiliReduz iba a vivir una de esas cuando en el camino se encontró con un Ser Humano Extravagante, de aquellos que dicen que es mejor alejarse porque sus ideas retumban y te hacen temblar durante muchísimo tiempo.
Ella iba con su musiquita cubana por dentro cuando DonTavonne, que así solía llamarse (así son los Seres Humanos Extravagantes: se ponen nombres tal como su raza lo indica) se apareció y le dijo sólo esta frase: "Me mandaron llamar para hacerte abrir tus ojos, tu mente y tu corazón. No voy a perder el tiempo: Ven conmigo". Quéeeeeeeeeeeeeeeeeeeee?????????
Ni siquiera tuvo opción a preguntar ni tiempo a ponerse su calcetín del pie izquierdo... Por qué siempre que se duerme bajo un árbol, se le sale un calcetín?. En fin!... Y allá se la llevo DonTavonne, con su cara de buena gente y su corazón que hacia un ruidito extraño, con una tonadita que más o menos va así: tiquitaca tiquitaca tiquitaca. Pero, ¿a dónde la llevaba?
La hizo caminar aunque estaba un poco cansada y la hizo subir a un pequeño cerrito desde donde pudiera observar su existencia y fue entonces que se acercó a ella y sacando un pañuelito con rayitas, le limpió sus ojitos, todos llenos de lagrimitas duras y secas y le hizo ver el sol. PiliReduz los entrecerró porque le lastimaba pero, de a poco a poco, los abrió para ver LA VIDA.
Así es: La pura vida. Con sus subidas y sus bajadas, con sus aciertos y desconciertos. Con su afán su desgano. Con su soltar y dejar ir. Y ella entonces bailó un poco y lo abrazó y lo lleno de besos y le dio las gracias. Fue entonces que ella pudo darse cuenta que sólo viviendo, se aprende a vivir.
Desde entonces, PiliReduz y DonTavonne andan juntos subiendo cerritos y montañas, caminando y volando. A veces se suben a un camión de redilas porque los caminos no son buenos y la gente sí. Por eso les dan un aventón a donde van. Luego hay alguien que también los sube a su balsa o barquito o los sube en sus burros y sus mulas. O incluso, hay quienes les regalan flores, fruta o carnita pa que disfruten el camino. O quienes les cuentan historias chistosas pa´que no tengan miedo o les dan velitas de colores pa´ que caminen en la oscuridad.
PiliReduz ya estrenó zapatitos nuevos. Pero su cobijita siempre va con ella.
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