
Uno nunca sabe en realidad cuánto puede amar...Creo que así como uno nunca termina de conocer, sucede lo mismo con el amor: Uno nunca sabe cuánto puede llegar a amar ni a quién.
Me he puesto a pensar si todas esas ideas acerca de la lealtad, la fidelidad, el amor a una sola persona...son verdad o no? Y las cuestiono y las convierto en buen material para pensar y me late cuando llego a felices conclusiones solamente buenas para mi...
Por ahí dicen que cuando se ama, hay que poner toda la carne al asador...Y es cierto. No quedarte con nada dentro. Y si la cagas, si te aman menos (¿quién lo sabe?), si se van, si se quedan, si se deciden, si te olvidan, qué importa! Hay que entregarse totalmente.
Y saber, ahora sí, de qué eres capaz... De cuánto te puedes desprender de ti misma y en qué nivel de fragilidad se pone tu alma...Ser la más fuerte o la más endeble... Pero con un corazón de oro que se transforma en agua, en sal, en azúcar, en viento, en mar...
¿Qué más da dar todo y terminar en el piso si tan sólo es levantar la cara y levantarse?


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