"Algo llevas en los labios que invita a saborear la miel que cura toda sed y el saberte noche me acerca al fuego de tu piel...Algo guardan tus palabras, un embrujo pasional que me descubre frente a ti. Verbo dulce, inquieto, sustento de noches sin dormir.."
- Israel Marín/ Extasis, de su disco Vagamundeando
¡Qué canción más cachubis!
Bien. Dejemos que primero sea el cuerpo el que delate la intensidad. ¿Ya lo viste bien? La piel no es tersa pero transmite. La forma no es de pera perfecta pero entusiasma. El color no es parejo pero anima a saber cómo se enciende. El movimiento no es igual con el verano que con el invierno pero invita.
Eso es mi cuerpo. Pero sólo si quieres ver un cuerpo, encontrarás un cuerpo. Y tocarás eso únicamente. Entonces, sí lo haces, no pasará absolutamente nada. Será como tocar papel o cartón.
Y aunque se mueva y aunque transpire, serás absurdamente un mero títere de tu propia incapacidad de sentir e ir más allá. Pero si tu mente sólo abarca hasta este nivel, no sabrás lo que escondo. Nunca.
Y no trascenderás. Sólo se oirá el viento pasar de largo, con lo mismo que traía cuando llegó.
Sólo aquéllos que deseen primero el alma, la mente y el corazón; serán los que detengan su paso ante su vida. Y podrán observar la intensidad en todo su esplendor.
Y quizá le teman porque la intensidad deslumbra, pero el que avance hacia ella, tendrá energía y luz en su camino. Se sentirá arropado y comprendido. Podrá ser escuchado y abrazado cuando el camino hacia ella se torne pesado.
Pero muchos desistirán de llegar a su alma. Sólo quien sea fuerte de espirítu, tenga mente abierta a la posibilidad; se encuentre abierto su corazón a su propio crecimiento, tenga su propio camino por el cual andar y viaje en la aventura de la vida todos los días; podrá ser quien alcance el sitio desde donde ella se deja ser y abre todas sus ventanas: la de mujer fuerte, la de mujer vigorosa; la que auténticamente no se engaña, la que dice y dice mucho, la que se enfrenta y la que teme; la que se abre y se duerme, la que baila y la que se inmoviliza...las mil mujeres que están dentro de ella...
La tarea no es fácil. Por eso dicen que la intensidad da miedo y entonces se quedan sobre el camino.
Alguna vez leyó a Michael Ende y lo citó: "Me gusta viajar" y, en efecto, ella es la mar y el bosque, la tertulia y la luna. La buenaventura y el descanso. El destino y el sol. El otoño y el frío. La luz y la primavera.
Un viaje al corazón.
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