Para Brad Pitt.
Y para mi, con pensamiento en Amante clandestino y en Riders fan.
Ayer se me descompusó el auto.
Era, creo, la batería.
En ese momento, no me importó lo que le pasaba porque me importaba más atender otro asunto.
Cuando venía en la grúa, tampoco pensé, porque el gruyero (¡Já, qué nombre!) me contó su vida profesional del último año y su historia paterna desde hace ocho.
Ya en mi casa, con mi pan y mi árbol preocupados, dejé el coche en la entrada y a dormir!
Ah, pero hoy cuando tomé el pesero para llegar a este antro de vicio, wow! me maravilló el aprender de lo que me pasa.
Hoy se me dio la oportunidad de ver un amanecer grandioso, con un montón de paz dentro de sus nubes y energía en esos rayitos de sol. Me di cuenta que hay que dejar fluir, sin preocuparse. Lo que haya que venir, vendrá. Sin más ánimo que el saber que ya se sabe que anda uno buscando...Entonces, ¿para qué hacer una búsqueda de la búsqueda?
Y viene a colación con algo que leía mientras llegaba al metro Carrera:
"Así que no fuerces el silencio en ti. Por eso insisto en no forzar, sino en más bien danzar, cantar. Permite que tu actividad sea satisfecha. Permite que tu mente vaya de aquí para allá, que se canse por sí misma. Salta y respira, y baila, y corre, y nada, y cuando sientas que tu cuerpo-mente está cansado, entonces siéntate en silencio y observa" (El sendero del zen/ Osho)
Y dije, creyendo en la causalidad, el auto sin batería me dio este chance: ver este amanecer que siempre ha sido para mi, sinónimo de esperanza y de oportunidad; una vez más, darme una pequeña cachetada y con voz suave, recordarme: "Nena, no forces nada. Todo se te dará. Todo lo que tenga que ser, será".
Y que no me mienta es otra. Aquí no se trata de cuerpos, sino de mentes y de grandes necesidades que ni nosotros conocemos. ¡Vaya que no!
Y para mi, con pensamiento en Amante clandestino y en Riders fan.
Ayer se me descompusó el auto.
Era, creo, la batería.
En ese momento, no me importó lo que le pasaba porque me importaba más atender otro asunto.
Cuando venía en la grúa, tampoco pensé, porque el gruyero (¡Já, qué nombre!) me contó su vida profesional del último año y su historia paterna desde hace ocho.
Ya en mi casa, con mi pan y mi árbol preocupados, dejé el coche en la entrada y a dormir!
Ah, pero hoy cuando tomé el pesero para llegar a este antro de vicio, wow! me maravilló el aprender de lo que me pasa.
Hoy se me dio la oportunidad de ver un amanecer grandioso, con un montón de paz dentro de sus nubes y energía en esos rayitos de sol. Me di cuenta que hay que dejar fluir, sin preocuparse. Lo que haya que venir, vendrá. Sin más ánimo que el saber que ya se sabe que anda uno buscando...Entonces, ¿para qué hacer una búsqueda de la búsqueda?
Y viene a colación con algo que leía mientras llegaba al metro Carrera:
"Así que no fuerces el silencio en ti. Por eso insisto en no forzar, sino en más bien danzar, cantar. Permite que tu actividad sea satisfecha. Permite que tu mente vaya de aquí para allá, que se canse por sí misma. Salta y respira, y baila, y corre, y nada, y cuando sientas que tu cuerpo-mente está cansado, entonces siéntate en silencio y observa" (El sendero del zen/ Osho)
Y dije, creyendo en la causalidad, el auto sin batería me dio este chance: ver este amanecer que siempre ha sido para mi, sinónimo de esperanza y de oportunidad; una vez más, darme una pequeña cachetada y con voz suave, recordarme: "Nena, no forces nada. Todo se te dará. Todo lo que tenga que ser, será".
Y que no me mienta es otra. Aquí no se trata de cuerpos, sino de mentes y de grandes necesidades que ni nosotros conocemos. ¡Vaya que no!
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