DIAS QUE PASAN

Luego uno se queda acostado en un sillón y ve pasar el minuto y la hora y las horas...

Y en momentos así uno puede pensar o no hacerlo. Prender la tele y mirar la vida de otros...

Estos días han estado compuestos de buenaventuras, desazones, momentos álgidos y nostalgias puras...

Cuando uno piensa que la gente se ha alejado, es cuando más cerca los tienes. Cuando uno piensa que no ha crecido, la misma vida te avienta a tener tu propio espacio. Cuando uno no está, más presente te sientes...

Lo que hay en mi vida ahora es un montón de decisiones por tomar y otras que me llena de gusto tremendo haberlas echado a mi vida nueva. Ayer decía al que fue mi primer novio y que después se convirtió en uno de mis mejores amigos, con más de 13 años sin vernos; que la vida es el presente con todo el aprendizaje de lo que nos ha pasado. Yo me veo ahora más siendo lo que quería ser y menos lo que los demás querían de mí.

Mazuntina me ayuda y se alegra de retomar un sueño y un deseo de vivirme a través de ese deseo con cámarita al hombro.

El sábado, gozosa de fiesta familiar y al final de alcohol en mis venas, destruía el mito de siempre tener que ir acompañada a una boda. Ahora pregunto que quién nos impone tanta mierda, es porque no ha vivido.

También llegan pequeños dolores y ansiosas esperas. Siento que lidio con mi propia desesperación y ésta me pone pruebas que me cansan.

Hoy veo a mis queridas compañeras de vida de hace más de 22 años. Y se convierte este acto en saber que lo que se valora, se conserva. Y ellas han sido mi brazo fuerte, mi risa y mi aprendizaje en muchas ocasiones...

A veces pienso que sólo hay que hacerse a un lado de la mierda que el otro te avienta para que pases de largo ante hechos que, al final, ni siquiera te acordaras quién pretendía echarte a perder el día.

Hoy voy cargada de paisajes veraniegos en mis ojos, de baile en mis pies, de gente en el corazón y de acercarme más a lo que soy verdaderamente...